Mientras que los estados son los garantes de los derechos humanos, el acceso universal a la salud constituye una cuestión fundamental que está lejos de ser asegurada y continúa atravesada por múltiples desigualdades.
Las desigualdades de género, la situación de colectivos vulnerabilizados, las condiciones socieconómicas o la distribución geográfica influyen en el acceso, atención y cuidados en salud, lo que deriva en una desigual distribución de la esperanza de la vida y en la peor salud de las mujeres y personas vulnerabilizadas.
La falta de atención o respuesta adecuada por parte de las instituciones responsables perpetúa desigualdades sociales de calado y constituye una de las formas de violencia institucional más difíciles de identificar y atajar; la violencia institucional por privaciones o desatención, dándose situaciones en las que no se cumple con el mandato de garantizar el acceso a la salud al conjunto de la población.
Nuestro objetivo con esta investigación es identificar y visibilizar, a través de las experiencias de personas o colectivos, diferentes formas de exclusión o expulsión del sistema sanitario, o diferentes violencias institucionales que han vivido en dicho sistema.
Con exclusión sanitaria, nos referimos a itinerarios y mecanismos que impiden el acceso a los servicios y prestaciones sanitarias; con expulsión, a aquellos mediante los cuales las dinámicas de la atención resultan hostiles a determinadas personas y colectivos que acaban por no acudir a los servicios sanitarios, siendo de facto expulsados, sin que en la práctica puedan ejercer su derecho a la salud (en este caso la expulsión puede estar asociada a ignorancias sobre determinados colectivos o condiciones de salud, descrédito, violencias, iatrogenia, etc.).
Con ello, pretendemos identificar a colectivos especialmente vulnerados, escuchar sus relatos para poder identificar necesidades, diferentes mecanismos de exclusión/expulsión, malas prácticas en el ámbito de la salud y poder proponer actuaciones de mejora o visibilizar estrategias que utilizan las personas o colectivos frente a ello. Consideramos importante escuchar estas experiencias y poder analizar los mecanismos estructurales por los cuales no está protegida o garantizada la atención pública sanitaria.